30 de julio de 2018
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Deshacerse de las gafas y lentillas es algo que muchas personas con miopía, hipermetropía y astigmatismo desean. Y de hecho, es posible gracias a la cirugía refractiva, que es la que se encarga de solucionar estos problemas refractivos del ojo. Pero la decisión de someterse a la cirugía se debe tomar en el momento oportuno; te contamos cuál es el mejor momento para operar la vista.
Normalmente la edad indicada para operar la vista suele ser para pacientes mayores de 18 años hasta los 45-50 años, siempre que cuenten con una graduación que se mantenga estable desde al menos hace dos años.
Cuando el paciente sea menor de edad o no cuente con una graduación estable, lo mejor será esperar, ya que aún no es el momento de operar la vista. En el caso de superar los 50 años, el problema es que suele aparecer también la vista cansada o presbicia, así que le corresponde al paciente decidir si solo quiere corregir su problema refractivo o también quiere corregir con la cirugía la presbicia.
En el caso de la miopía, lo normal es realizar la intervención a partir de los 18 años que es cuando el ojo ya ha madurado y por tanto los resultados de la cirugía son más estables y duraderos.
Si la paciente está embarazada o amamantando tendrá que esperar, ya que normalmente los embarazos son la propia causa de la miopía, las fluctuaciones de visión se deben a los cambios hormonales.
Para determinar cuál es el mejor momento para operar la vista y que los resultados sean estables y duraderos hay que fijarse en la estabilidad de las dioptrías, que se deberán mantener estables durante al menos dos años para que sea efectivo realizar la cirugía.
El mejor momento para la operación dependerá por tanto de las características específicas de cada paciente, no tanto de la edad, sino más bien de cómo se desarrolle su problema refractivo.
Normalmente, cuando el crecimiento del organismo se detiene, los problemas oculares (miopía, hipermetropía y astigmatismo) suelen parar de crecer también, se estabilizan y ese momento es cuando es recomendable realizar la intervención quirúrgica.
Se necesitan una serie de condiciones mínimas para poder realizarse la intervención que corregirá el problema ocular:
Tener una graduación estable desde al menos hace dos años
Ser mayor de edad y que el ojo haya dejado de crecer
No padecer otras patologías visuales importantes
No tener una miopía superior a 12 dioptrías
Cumplir con estos requisitos te hará un buen candidato para la cirugía, pero eso es algo que determinara el profesional de oftalmología, que valorará otros factores que puedan afectar a tu caso.
Los resultados obtenidos de operar la vista serán diferentes dependiendo, entre otras cosas, de la patología que se haya tratado.
Miopía: La visión de lejos mejorará. Será capaz de ver el contorno de las cosas sin necesidad de utilizar gafas o lentillas, además pasará a ver todo más claro y nítido.
Hipermetropía: La vista descansará, ya que los pacientes hipermétropes tienden a forzar mucho la vista. De esta manera, también disminuirán las molestias y dolores de cabeza. La fatiga ocular desaparecerá y verá bien de lejos y de cerca.
Astigmatismo: Se corregirá el defecto visual que hace ver las formas y los objetos más alargados.
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